¿En qué nos diferenciamos cuando estamos de viaje de cuando estamos en casa? En que usualmente de viaje estamos abiertos a las experiencias y en casa lo damos todo por sentado. al darlo todo por sentado dejamos poco espacio para la espontaneidad e incluso se nos olvida decir que SI a cosas nuevas, lo cuál nos atrapa en un ciclo eterno de patrones, pensamientos, preocupaciones, actividades y personas que a veces distan de ser lo que queremos que sea nuestra vida. En Kapadokya entendí que quiero vivir mi vida con mentalidad de viajero, siempre abierta a nuevas experiencias, diciendo que si, viviendo en el presente con la certeza de que se acaba y con deseo de dejar la vida bien vivida. Pero todo eso empieza con aprender a decir que si.